Testamento
Para mi, nuestra generación tiene algo que el resto de los años no
tienen y que no creo que lleguen a alcanzar, y eso es la unión que nosotros hemos tenido
durante todo el año, es por eso que me cuesta mucho elegir que dejarles a las personas con quienes me ha tocado compartir
este año:
Voy a empezar por dejarle a Oscar todos los partidos de fútbol y las
idas al tenis, que aunque no siempre se gana, por lo menos se disfruta.
Luego le voy a dejar a Luis Diego una llamada pendiente de la liga,
para que llegue a entrenar con estañones en Alajuela, así como unas clases de breakdance, para que aprenda a hacer las acrobacias
sin lesionarse.
A Andrés le voy a dejar un titulo de aprobado del aula prevocacional,
donde paso mas tiempo que el que paso en las clases, también le dejo un curso intensivo de manejo para que le presten el Jaguar
y poder ir de fiesta sin preocuparse por el viaje.
A Luna le dejo un campo fijo como supervisor en el rodeo y a todas
sus hermanas que aunque casi siempre se les sube la locura a la cabeza, son muy especiales; también las mejengas y los paseos.
A Lucia le dejo un campo para que llegue a ver siempre al “MAE”
y su animación, para que nunca le falte una canción y un espacio en primera fila para cuando vaya a ver maripepinos.
A Norma le dejo un examen de matemática (55) enmarcado y un saludo
todos los días, así como unas clases intensivas diez minutos antes de cada examen.
A Luisa le dejo toda la buena y mala suerte que me trajo en los partidos
de fútbol o futbolín, que fuera la que fuera, siempre era bienvenida.
A Chamo le dejo un puesto
pendiente en el sportsbook para que le pueda comprar un regalo a su madre y a la cachifa, y con el resto que se compre las
próximas ediciones de los libros de “Harry Potter”.
A Esteban le dejo los
conciertos y las mejengas a las que nunca pudo llegar, también un poco de plata para poder abrir una clínica con Andrés.
A Eric le dejo una dotación de surtidas de por vida, también los conciertos
y los negocios que no cumplió (i-pod)
A Sergio le dejo una caja semanal con confites de menta, chicles,
etc para que ya no le falten, también un libro con dos mil usos diferentes de la “pulsegla”.
A Diana y a Sabrina les dejo el consejo de que si le van a copiar
a un compañero, deben tener en cuenta que tenga algún conocimiento del tema, sino no les va a servir
A Pablo le dejo un campo en Teletica Deportes, para que pueda ver
al Gato por la tele.
A Andrey le dejo unas tutorías con el bachiller, catedrático, intelectual,
filósofo, etc. Alexander Solís,”Master en Letras”, y las peleas con los chamacos de años inferiores.
A Alex le dejo un pobre chino que necesita urgentemente ayuda para
aprender el lenguaje y dejar de pelear con chiquillos menores que el.
A Floribeth le guardo un campo entre los más chichosos, pero también
en las más pura vidas.
A Cuechin le dejo un espejo, para que pueda pasar entretenido viéndose
durante todo el día, y una grabadora con cintas de aprendizaje de dicción para ver si empieza a hablar de manera que se entienda
lo que dice.
A Chalo le dejo las mejengas en los recreos, las bromas en las clases,
y un espacio para participar en un concurso de silbados profesional.
Como somos tantos en la generación no puedo nombrarlos a todos para
dejarles algo, así que aquellos que me faltaron les dejo los recuerdos del tiempo que pasamos juntos y les deseo mucha suerte
y que puedan lograr lo que se propongan.
También siento que es importante agradecer a los profesores y miembros
de la institución por todo lo que hicieron por nosotros y toda la ayuda brindada.
Pero lo mas importante, es el agradecimiento que le dejo a toda mi
familia porque es gracias a ellos que yo he podido llegar hasta este punto, lo que yo haga de aquí en adelante es cosa mía,
por eso le agradezco mucho a ellos, y espero que me brinden su apoyo cuando lo necesite como lo han hecho hasta ahora.
Así que muchas gracias a todos y mucha suerte en su futuro.